Sobre mí

Hola soy Sara Sánchez, economista y asesora fiscal

Ayudo a emprendedores y negocios digitales a tener su negocio bajo control y aplicar la normativa en materia fiscal para pagar solamente los impuestos que le corresponden. Mi propósito es hacer fácil lo difícil para que por fin puedas entender esta parte de tu negocio lleno de papeles, números y obligaciones formales.

En mi carrera profesional he tenido la suerte de trabajar en despachos de prestigio y con grandes profesionales. Todo estaba bien, pero tras el nacimiento de mi hija en 2013 cambié yo y cambió mi orden de prioridades. Y es que cuando la tuve a ella en brazos me di cuenta de que no quería volver estar encerrada en un despacho. Quería vivir la vida real, la de mi hija, con un horario flexible y haciendo las cosas de otra forma.

Así nació Fiscalidad para Dummies.

Desde el principio tuve claro que no funcionaría como una asesoría tradicional, donde el empresario sólo se ocupa de amontonar papeles que al final del trimestre entrega al asesor para que confeccione la contabilidad y presente los modelos de impuestos.

Ahí la información brilla por su ausencia y yo quise crear una asesoría 100% online y mi propio método de trabajo, que se basa en tres pilares fundamentales: números, planificación fiscal y simplicidad.

Los números de tu negocio son la brújula que te servirá para tomar tus decisiones de forma estratégica. Debes conocer tus cifras de ingresos, gastos y beneficios para saber si estás haciendo las cosas bien o mal, si debes continuar así o necesitas implementar cambios, si tu negocio es rentable o estás perdiendo el tiempo.

La planificación fiscal es una herramienta tremendamente útil para evitar sustos al final del trimestre y, lo más importante, evitar problemas financieros a largo plazo. He visto muchas veces el drama del final del trimestre cuando le dices a un empresario el importe que tiene que pagar a Hacienda y no dispone del dinero “ahorrado” para afrontar los pagos, por eso mi sistema de trabajo permite conocer el importe de los impuestos mes a mes.

La simplicidad es un concepto que a priori no encaja con “fiscalidad” porque la normativa fiscal no es sencilla de comprender aunque la ley diga claramente que el desconocimiento de la norma no exime de su cumplimiento.

Esto nunca me ha parecido justo: nadie se esfuerza en explicarnos cómo aplicar la normativa, pero al mismo tiempo nos exigen que la cumplamos al pie de la letra.

Para una empresa pequeña, un autónomo o un emprendedor esta opacidad puede convertirse en una piedra en el camino.

Los números son un aliado, no un problema

Y un asesor debe ser una persona de confianza que te ayuda cuando lo necesitas. Explicar las cuestiones fiscales de forma clara, sencilla y sin tecnicismos es posible. Y ayudar es lo que me mueve porque viene en mi ADN.