LA QUE SE AVECINA

Con el comienzo del año suelen llegar los coleccionables, los buenos propósitos y las ganas de hacer cosas nuevas. Unos se deciden a construir por fin la maqueta de ese barco que siempre les gustó; otros se apuntan al gimnasio para cuidar de su salud de una vez por todas; algunos simplemente se deciden a aprender a cocinar y otros en cambio reúnen las fuerzas suficientes para dar un giro de 180º a su vida… Es como si de repente te atrevieras a mirar hacia delante con ojos nuevos, consciente de que el nuevo año es como una libreta en blanco a la espera de que tú escribas en ella tu propio futuro. Y lo mejor de todo, sin duda, es que en esos momentos de lucidez nos vemos capaces de hacer cualquier cosa, de alcanzar la meta que nos propongamos.

En verdad somos capaces de hacer cosas increíbles. No hace falta ir muy lejos para encontrar un montón de ejemplos de gente que ha conseguido cumplir sus sueños, en la red puedes encontrar miles de ellos. Pueden ser sueños pequeñitos o sueños grandes, cosas sencillas ó retos inmensos pero lo más importante es que nos demos cuenta de una vez de que, con trabajo, se puede llegar a donde se quiera.

Desde pequeños nos han metido en la cabeza en qué consiste el éxito y cómo debería ser nuestra vida para convertirnos en ciudadanos ejemplares. Sin pensarlo dos veces nos hemos dejado las pestañas y un montón de años de nuestra vida en sacar una carrera universitaria y una colección de títulos que, en muchos casos, ahora son poco más que papel mojado. Nadie contaba con que la famosa crisis iba a darle un buen revés a nuestra sociedad y a nuestras vidas, como tampoco nadie contaba con que miles de personas jóvenes, inteligentes y capaces se vieran si oportunidades de futuro. Está claro que algo no funciona en estos tiempos que vivimos y para arreglarlo quizá deberíamos volver a replanteárnoslo todo, o casi todo.

Quizá la clave no esté muy lejos, quizá simplemente haya que cambiar un poco el chip y comenzar a ver las cosas de otra manera. La clave no está en sentarnos esperar a que pase el temporal sino en ponernos las pilas y atrevernos a desafiar a la mismísima ley de la gravedad con tal de construir un mañana. Quizá  el truco consista precisamente en que no hay truco, sino capacidad de trabajo. Probablemente no te haga falta inventar la pólvora para ganarte el pan, sino sencillamente un poco de ingenio para hacer de forma diferente eso que sabes hacer mejor que nadie. Quizá el cambio consista en atrevernos a soñar con lo que realmente queremos y en que el nuevo año comience todos los días.

Esto es lo que pienso yo y no son palabras vacías. Aunque no ha sido fácil, por fin me he decidido a soñar y a hacer algo por conseguir cambiar un poco las cosas. Sólo pretendo salir adelante haciendo lo que sé hacer y mi proyecto es esto, lo que estás leyendo: una página web sin grandes pretensiones, una pequeña asesoría online y un montón de posts para que todo el mundo pueda acercarse un poco más al tema fiscal sin morir en el intento. Espero que te sirva a tí también para que puedas cumplir tus sueños.

Te espero. Si quieres información de primera mano, suscríbete a la newsletter pinchando más abajo. El futuro está a un solo click.